Josefa Real

Josefa nació el 24 de octubre de 1952 en el barrio de La Ranilla, en el Puerto de la Cruz, en una familia amplia y querida, conocida cariñosamente como “Los Pastores”. Su padre era pescador, y su madre vendía el pescado que él traía del mar. Josefa tuvo dos hermanos y una hermana, quien lamentablemente falleció, y a quien recuerda con una gran nostalgia, ya que era muy conocida y querida en el Puerto de la Cruz.

La infancia de Josefa estuvo llena de recuerdos felices y amistades profundas. Desde joven, comenzó a trabajar en una tienda de muñecos, y más tarde se convirtió en institutriz privada enseñando alemán, idioma que aprendió al trabajar con personas de Alemania. Esta habilidad fue el primer paso hacia un cambio importante en su vida: su traslado a Alemania, donde se mudó a la ciudad de Frankfurt y conoció a quien sería su esposo durante 24 años.

En Frankfurt, Josefa desempeñó varios trabajos, comenzando como limpiadora en casas, luego cuidando niños y niñas pequeñas, y más adelante como cajera en un supermercado, después de realizar cursos de formación. Durante esos años, creó una nueva vida y forjó amistades en tierras extranjeras, pero siempre mantuvo en su corazón el deseo de regresar a Tenerife.

Con los años, Josefa tuvo claro que quería pasar su vejez en su tierra natal. Decidió dejar Alemania, un país que le había dado mucho pero que sentía había cambiado. Extrañaba la música canaria, las reuniones familiares y las amistades de su infancia. Hoy, Josefa actualmente disfruta de la compañía de sus tres nietos y de la tranquilidad de la isla, donde finalmente volvió a sus raíces.