Isaura Amador Abreu

Isaura nació en 1942 en el pequeño pueblo de Tierra del Trigo, en Los Silos, Tenerife, en una época en la que la vida giraba en torno al trabajo en la tierra y la familia. Como era la mayor de sus hermanas, desde muy joven asumió una gran responsabilidad en el hogar. Mientras sus padres trabajaban en las fincas, Isaura se encargaba de cuidar a sus hermanas menores y de las labores domésticas. Su infancia y adolescencia estuvieron marcadas por el esfuerzo y la solidaridad, valores que mantuvo a lo largo de su vida.

Con el paso del tiempo, Isaura conoció a su futuro marido en el pueblo, pero este estaba asentado en Venezuela por lo cual decidieron casarse por poderes. La boda fue un evento inusual y emotivo, ya que Isaura se casó junto a su suegro, en ausencia de su futuro marido.

Dos años después de su boda, Isaura se embarcó en un largo viaje hacia Venezuela para reunirse con su esposo. Fue una travesía llena de esperanzas y miedos, dejando atrás a su familia y su tierra natal. Un año después de su llegada al continente, Isaura dio a luz su única hija. Sin embargo, Isaura también enfrentó una pérdida devastadora cuando sufrió una perdida a los cuatro meses de embarazo. A pesar del dolor, Isaura se mantuvo fuerte, apoyada por el amor de su familia.

Con el tiempo, la situación en Venezuela empezó a deteriorarse, y la pareja tomó la difícil decisión de regresar a Tenerife. Se asentaron en Icod, donde Isaura volvió a estar cerca de sus hermanas. Juntas, decidieron emprender un nuevo camino y abrieron una tienda de deportes.

Tras años de esfuerzo y sacrificio, Isaura se retiró, habiendo construido una vida plena y satisfactoria. Rodeada de su familia, pudo disfrutar de los frutos de su trabajo, viendo cómo su hija crecía, conseguía sus sueños y estudiaba, algo que a ella le hubiera gustado hacer. Su historia es un testimonio de la fortaleza y amor a la familia, un legado que transmite a su nieto, el cual le dibuja sonrisas y le llena el corazón de paz.